Gaspar tú
recordabas la piedad sincera
con que en tu edad primera
entrabas en nuestras viejas catedrales,
donde postrado ante la cruz de hinojos
alzabas a Dios los ojos
soñando venturas celestiales.
con que en tu edad primera
entrabas en nuestras viejas catedrales,
donde postrado ante la cruz de hinojos
alzabas a Dios los ojos
soñando venturas celestiales.
Pues …yo….
Hoy veo la impiedad postrera
con que esta sociedad torticera
crea los centros comerciales.
Nuevas catedrales sin cruz, donde de hinojos
nos pasan por los ojos,
Induciéndonos, placeres sensuales.
(Ángel
Manuel López Pérez)
No hay comentarios:
Publicar un comentario