jueves, 17 de mayo de 2012

Política económica y economía política de mi pobre patria

El sentir popular de la clase media española, ahora disminuida con los nuevos pobres profesionales, es de indignación con las noticias que están surgiendo (ahora acabo de recibir alguna por email y la he de comentar). 

Nosotros, el pueblo, sobre todo ahora que vemos a los políticos que quedan, de los que renegamos, nos dedicamos -si nos dejan- a nuestra familia, nuestro trabajo y nuestro pequeño ocio (cuando podemos). Cuando no es así, algo muy malo ocurre, el pueblo está en la calle protestando; y la calle es para trabajar, pasear, trasladarse y… disfrutar.

Tenemos libertades políticas pero sufrimos abusos de los políticos que se han puesto unos muy buenos sueldos y mejores protecciones sociales, pero a nosotros -el pueblo- nos dejan una gran falta de protección y trabajo. Trabajo, el que te da la dignidad, el que te hace valerte como persona ante ti y los tuyos, el que te hace participe de una tarea nacional y social por la que valga la pena vivir.

En este país ha habido reformas al sistema económico que nos han llevado a una gran tasa de paro, porque los regalos sociales no fueron eliminados y los enchufados inútiles aumentaron campando por la democracia: pero ahora se ponen a sí mismos, sin vergüenza, los sueldos que el país no puede soportar. ¡Si es que no se puede gastar lo que no se gana!

¿Quiénes están sacando partido al sistema político económico actual? La larga lista de políticos, con elevadas nominas, de un país en grave crisis. Nóminas que están dañando seriamente a España, haciéndola cargar con cargas injustas e insoportables, que la hacen más débil y dividida. Parlamentos con traductores, autonomías exageradas (reinos de taifas), ayuntamientos, impuestos, intrusismo del Estado con más reglas e intervención en las empresas (contra la libre competencia), los sindicatos, las cajas politizadas…

Nuestra patria soporta enormes cargas añadidas por partidos políticos, sindicatos, parlamentos, políticos mediocres excesivamente pagados, autonomías con funcionarios que sobran. Cuanto más alejados del estado, más excesivamente pagados; comparen la nomina de un policía local al de uno nacional o un guardia civil. Mucha corrupción, demasiados sueldos de alcaldes y concejales, tramas ilegales, escándalos con empresas inmobiliarias, etc.

Por si fuera poco, hasta el sistema financiero se politiza con el poder de los políticos en las cajas de ahorros, con los escandalosos datos ¡que no eran del dominio público!

Tampoco se puede mantener un sistema de protección social con el cachondeo de huelgas, absentismo, altos impuestos y cuotas a la Seguridad Social, aparte de la sabida falta de formación integral de nuestros políticos, funcionarios, alumnos en las escuelas, obreros y la consecuente falta de productividad en las empresas. 

No lo quieren reconocer algunos de los sindicatos, esos que se apropiaron de (o han sido comprados por) la formación ocupacional junto la patronal y los políticos del gobierno de turno. Esos que se beneficiaban del medio billón de pesetas que no llegaban al mercado libre del trabajo. Esos, que se diseñaban “para sí” los sistemas de subvenciones directas, compartidas y encubiertas como: jornadas, estudios, simposios etc…. que no llegaban a las academias privadas que solo pagábamos impuestos y trabajábamos… Y eso, cuando nos dejaban, si no molestábamos, y nos dejaban ciertos alumnos, ciertos políticos y ciertos funcionarios; por ciertos ilegales e inconfesables motivos, intentado callar a quienes “con todo derecho” denunciamos estas “galopinadas con nuestro trabajo”.

Los políticos en el poder, sobre todo en las autonomías, muestran en general escasa formación -ya no digamos económica- y baja talla moral. Gente con habilidades aprendidas en la calle, en la lucha fratricida por el poder dentro de los pisos del partido, en vez de en el esfuerzo dentro de las empresas, las aulas, los campos o la mar. “Galopines” les llamaba Azorín; entre ellos hay mucha gente de letras, mucho funcionario sin experiencia empresarial, y poco economista, ingeniero, gente que haya trabajado con esfuerzo en el proyecto nacional de construcción (no intento menospreciar aquí a las artes, las letras o el derecho, que tienen su lugar). 

Esos, que cuando llegan al poder se parecen más a “faraones” que a “servidores de los ciudadanos”. Nos complican con grandes edificios sin pie ni cabeza (abandonando viejas joyas arquitectónicas), muchos aeropuertos inoperantes, muchas obras de carreteras y Aves antieconómicos, etc…. Tanto gasto lleva a pensar que es más por el interés de mantener la zanahoria frente nuestro frente y uno se asusta cuando se entera que este edificio, y aquel proyecto, están sin pagar después de tantos años.

Los políticos nacionales no se libran de este menosprecio del pueblo, pues reciben de la política un tufo a suciedad que va incrementándose cuanto más va uno viajando hacia el sur. Como la entupida canción, que dice que “para hacer bien el amor hay que venir al sur” (como si los del norte no nos enamorásemos y no tuviéramos pilila).

Ayer he recibido dos emails en este sentido. Uno puntualizando en lo que teníamos antes del 77, preguntando por lo que hemos recibido -o nos van a quitar- en contrapartida a estos grandes gastos y sueldos Y otro email con los ex políticos que peligran en Bankia y sus sueldos: PP 376.000 €/año; Licenc. en Filosofía, PP 270.000 €;  ex alcalde, 180.000  €; Diplomado en Magisterio y empleado de Renfe, PSOE 198.000€;  doctor en Derecho, PSOE 198.000 €; doctor en Derecho, PP 209.000€, Abogado del Estado. 

Solo el currículum de tres últimos, es considerado aceptable para ejercer su cargo, según ha confirmado el Banco de España.

Los llamados tecnócratas, que tanto hacen falta, son ingenieros, gente preparada, esforzada… con los codos, en las aulas, las empresas, la dura mar y los campos de esta nación, que siempre olvida que “su unión siempre les dio fuerza y su separación debilidad y tragedias”.

Si, en Estados Unidos (de lo que me gustaría hablar) te haces rico si creas empresas, trabajo, riqueza; y allí, después, algunos se meten en política. Aquí, algunos se meten a políticos y se hacen ricos sin crear nada.

 A Rajoy, nuestro presidente, le debemos desear “todos” toda clase de aciertos para salvar, limpiar y proponer reformar económicamente esta democracia, tomando de cada sitio lo mejor.

Acabo de leer la noticia de los viajes del Presidente del CGPJ, no salimos de disgustos.

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