lunes, 18 de junio de 2012

La “presencia de la patria” que exigimos y la “prima de riesgo” que nos exigen

Leí un artículo firmado por Gonzalo Wandosell, sobre su orgullo de ser español y cartagenero. El asunto lo propició la ceremonia de arriado de la bandera que se celebra todos los jueves en el palacio de “Capitanía General” en Cartagena, rindiendo honores una sección de Infantería de Marina con banda y música, compartiendo con otros ciudadanos iguales sentimientos de cariño y respeto a nuestra “patria común”.

Es de agradecer leer algo así después de tanta porquería que echan sobre esta nación, no solo sus malos hijos declarados, sino también -últimamente se nota más- muchos políticos que en vez de dar ejemplo: roban, mienten, manipulan y se aprovechan sin freno de su posición para sus fines torticeros. Lo que no ayuda a mantener ni la “sagrada presencia de la patria” que sus hijos exigimos, ni la prima de riesgo que nos exigen nuestros hermanos europeos.

Más me ha parecido que se describía a otra nación, otra Cartagena, que se quisiera fuese, pero no lo es en general. No extraña que en ese día acudieran al espectáculo 300 cartageneros interesados en oír -con emoción- el himno y ver cómo se arría a nuestra bandera, honrada como a uno le gusta. Pero solo son, -por desgracia- los que adrede han asistido. Los otros días, cuando a esa bandera se le arría, yo apenas veo dos o tres que detienen su paso respetuosamente y se ponen silenciosamente en posición de firmes. Una vez se detuvo una pareja mayor (parecían ingleses); se miraban entre sí con sorpresa, al ver la falta de educación que mostrábamos los españoles de esta ciudad, pasando "como si ná", y ellos -“extranjeros”- respetuosamente firmes ante nuestra bandera. Esto es así, porque no se enseña en las escuelas, el más mínimo amor a la patria, ni… de muchos más valores. 

Es por desgracia el estado autonómico el encargado de tal obligación -por descentralización- de sembrar este amor y respeto patrio. Digo “por desgracia” porque ya sabemos como políticos de muchas autonomías mal quieren a esta nación, y otros… “no pueden enseñar lo que nunca han recibido”.

Muchas autoridades están en otro rollo, no tienen ese interés, esa sensibilidad y esa educación que debería ser normal, como así es en cualquier nación del mundo. Esto es así en Cartagena, Murcia, con el PP y el PSOE, que se dicen españoles, pero ya me dirá vd. en otros sitios de este alocado país, bajo alocadas autoridades situadas en diferentes niveles, muy interesadas- eso si- en enseñar donde está el riachuelo M y la montañita S,…¡Mucha autonomía... pero nada más!

Y ocurre donde casi media población tiene a su padre, hermano, pariente... en las fuerzas armadas. ¡Ya me dirá vd. cuando se puedan hurgar en las lenguas, la historia y la raza para separar en vez de para unir! Porque “España no es plural”, como dice mal mucha gente: “Es Una”. Los que somos plurales somos “sus hijos”: murcianos, gallegos, vascos....

Mal sabor de boca tenia yo este fin de semana, con este y otros asuntos del SEF en Murcia -que por lo pronto me callo-, pero me ha llegado ese ejemplo, ese animo que necesitaba al leer que  el  día 1 se ha concedido la  Laureada de San Fernando al Regimiento de  Caballería  Alcántara, al reconocer sus heroicos hechos durante 1921 en África, gesta en la que fallecieron ¡hasta cumplir con su objetivo!, ¡tras 8 cargas!, ¡ casi todos sus integrantes! (28 de los 32 oficiales y 523 de los 685 miembros de tropa). 


Ni el corneta de 14 años quiso obedecer la orden de abandonar su puesto en las cargas a las que se sumaron el resto de los jovencísimos trece trompetas “de los que no quedó ni uno”. ¡Hasta los oficiales veterinarios se sumaron al sacrificio sin recibir orden de ello!
Hemos perdido ocasión para mostrar este ejemplo al mundo, a nosotros, y -sobre todo- a los que no se dignan en pararse delante de la bandera que defendieron estos patriotas. Esa bandera, que recoge esta gloria, recoge también hoy el vil silbido de la gentuza, con el rostro impasible de algunos de nuestros políticos en aras de una supuesta “libertad de expresión”.
Me gustaría saber en qué centros de educación se han comentado estos hechos, que hoy se conmemoran. Hechos que deberían darnos ejemplo y orgullo de ser “españoles como los que allí quedaron”.

Me gusta que gane siempre La Roja, pero las cosas deberían ir más por aquí que por allí, donde parece nos lleva la publicidad de esta “gran nación”, que no necesita ser campeona de fútbol del mundo para serlo: ¡Lo es por muchos de sus hijos y por su historia!. Aunque vengan también, económicamente a rescatarnos, a intervenirnos y hasta….machacarnos.

Las ocho cargas del Alcántara han quedado como uno de los mayores actos heroicos de un regimiento de Caballería. Mas esto, no solo no se publica con letras grandes en la prensa, sino que incluso se ignora, no se difunde en los centros del estado que tienen encomendada esta gran misión de la educación. Esto desde luego no hubiese ocurrido en Francia, Inglaterra, USA etc.…, donde se aprende a amar y respetar-soy testigo- a la nación y a su bandera..

Es necesario conocer la patria, y conocer su historia, entre otras cosas para no estar condenada a repetirla (Santayana): nada puede ser amado sino es conocido antes.

Que salga del corazón
De los hombres jornaleros
Que antes de ser hombres son 
Y han sido niños yunteros (Miguel Hernández)

Es necesario tener una identidad personal y parte importantísima de ello es el sentimiento de pertenencia nacional que se debe cuidar en las escuelas ¡Lo que hoy no se hace adecuadamente!.

Decía Dostoyevsky, en labios de Aliosha (Los Hermanos Karamazov), que: “La más saludable y sustancial educación que puede darse a una persona es proporcionarle en su infancia algún recuerdo sagrado”. 

Si no lo hacen nuestras autoridades educativas, la misma persona se lo agenciará de otra manera-vete tu a saber como y donde- porque es una necesidad psicológica humana. ¿Es que no se ve ya con la tele?

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